jueves, 21 de julio de 2011

Leticia


Ciudad Imperial (Tercera Parte)


Recibí un correo electrónico complicado. Dejé el trabajo pidiendo una licencia por múltiples motivos, entre ellos, el que acababa de leer en mi bandeja de entrada. Preparada para apoyar a distancia por puras ganas de hacerlo, decidí abandonar en ese instante, un proyecto que hasta esa mañana, creí que era unos de los más importantes de mi carrera.  

Confieso que me sentía intranquila, no podía disfrutar la  pureza de toda la magia que nos iba invadiendo. Entré al cuarto y las chicas aun dormían. Un día antes habíamos tenido un hermoso recorrido a caballo. Inauguramos nuestra visita con Saqsaywaman y Qenko (como mencioné en la entrada anterior, http://kunanpatty.blogspot.com/2011/07/antropologia-nocturna.html, crónica con la que espero hayan entendido y reído con mi justificación antropológica, seria, formal y veraz sobre lo interesante que es el estudio de la vida nocturna de todo ser humano).

En ese momento mi madre me llamó al celular, le dije lo que pasaba, y como siempre, ella me dijo que dejara todo lo que no me hacía feliz. Suspiré profundamente cuando terminamos de hablar. La extrañe esa mañana, y con mayor fuerza, a aquella capacidad suya de darme calma. Abrí la ventana y dije con mucha paz: Buenos días Cusco…

-¡A levantarse muchachas!, les grité adrede. Imaginarán sus caras, especialmente la de Sisy. Ese día se nos puso rebelde, ya les contaré luego qué es lo que hizo.
- Doña Patty no puede dormir sin pasarse de las seis de la mañana, dijo Hilda mientras estiraba los brazos.
- Solo me pasa en la sierra, le respondí.

No les voy a contar todavía lo que pasó ese lunes cuatro, empezaré con el día anterior, fecha ineludible porque fue cuando encontramos a Leticia, una viajera brasileña, que a primera impresión, nos pareció norteamericana y como luego nos contó ella misma, otros turistas la confundían como austriaca.

Leticia es ahora nuestra compañera y una buena amiga, que antes de llegar al Perú, cruzó Brasil y Bolivia sola. Ya la invitamos a que nos visite nuevamente. Quedó pendiente comer un buen cebiche (porque ella si come pescado más no carne).  Nos hubiera gustado haberla despedido con un abrazo pero no logramos coincidir. Ella emprendió el viaje hacia Machu Picchu cruzando el Salcantay (ubicado en la cordillera de Vilcabamba a más de 6 200 msnm) en una caminata de casi cinco días. A nosotras nos agarró la noche estrellada y la preciosa luna en la ciudad perdida en Pisaq, no llegamos a nuestra cita en la plaza aquel 8 de julio. Queremos volverla a ver e intercambiar experiencias…

Amigo lector acabo de darme cuenta que este artículo se ha extendido por razones, en lo particular, hermosas…creo que es mejor contarles nuestro segundo día en Cusco en el siguiente post.

Les dejo una foto de nuestra querida Leticia en su “silla de piedra” en Saqsaywaman:
  
Sisy me pasó esta canción, las palabras sobran...Gracias por leer por este blog


2 comentarios:

Sisy dijo...

Es una canción hermosa! la letra..elvideo..la melodía! :)

Unknown dijo...

muy rica...