viernes, 18 de octubre de 2013

¿Puedo?

¿Puedo escribir los versos más dulces esta noche
y también, fingir que no te veo al cerrar los ojos?
¿Puedo soñar que hoy te tuve entre mis brazos
y olvidar fácilmente la profundidad de aquellos luceros penetrantes
que por mi cuerpo atraviesas?
Dos estrellas mellizas pegadas a tu rostro de Augusto.
Fuerzas fugaces al unísono insinuan el momento del amor azul, cálido poeta.
Un mar de astros navegan entre la pasión y la calma
bajo en fertil encantamiento de la fluidez de mis corrientes en exaltación.
¿Corcel, por qué en la noche que me buscas no me encuentras?
No pierdo el instinto de hallar tu boca a pesar que la oscuridad nos gobierna.


Soy una luciernaga curiosa por escuchar los sonidos que hacen cada una de tus células...entender sus funciones elementales...como la guitarra que me explica que se sostiene de una rodilla, y la rodilla de tus esfuerzos...